Texto de noticia de El Bierzo Digital
El concejal de Medio Rural de Ponferrada, Iván Alonso, presentó hoy la reproducción en tres dimensiones de los capiteles prerrománicos de la torre del monasterio de Montes de Valdueza, unas piezas elaboradas de la mano del proyecto de investigación sobre la Tebaida Berciana que dirigen el doctor en Historia del Arte Artemio Martínez y el arqueólogo Marcos Onésimo. Estas reproducciones, cuyos originales se encuentran a más de 15 metros de altura en una zona que carece de medidas de seguridad para hacerla visitable, se exhibirán en la planta baja del cenobio, como germen de un pequeño museo que exhiba otros objetos de valor como antiguas campanas o un reloj monacal de hierro.
Al respecto, el responsable de la Fundación Hospital de la Reina, Antolín de Cela, recalcó que esta iniciativa sería buena para el pueblo porque incrementaría las visitas a una localidad que cuenta con “más razones que Peñalba de Santiago”, ya que ofrece un resumen de la historia de la arquitectura española, con muestras de estilos como el gótico, el barroco o el renacentista. En ese sentido, insistió en plantear a la Junta la necesidad de llevar a cabo un proyecto de restauración en la iglesia del monasterio, ante el mal estado que presentan las pinturas y los retablos del templo.
Según explicó el director de las investigaciones, uno de los capiteles podría remontarse al siglo VI, de acuerdo con la iconografía de aves picoteando en el Árbol de la Vida. El otro correspondería a la época de la restauración del monasterio llevada a cabo por San Genadio durante los siglos IX y X. Martínez destacó que este sistema de digitalización de piezas permite salvaguardar el patrimonio ante posibles amenazas y facilita el estudio de elementos cuya observación directa es muy complicada. En ese sentido, comentó que el escaneo y digitalización del monasterio en su integridad es un objetivo de futuro del equipo investigador.
Por su parte, Onésimo explicó que el proceso de reproducción de las piezas arrancó con un escaneo ‘in situ’, lo que permitió disponer de un archivo digitalizado en tres dimensiones. A partir de este archivo, una impresora en tres dimensiones se encargó de reproducir con materiales plásticos cada uno de los capiteles. Este proceso tardó más de siete días en uno de los casos y más de cinco jornadas en el otro. El trabajo se completó con el lijado y pulido de las piezas y con la aplicación de una pátina para que su aspecto sea “lo más cercano a la realidad”, señaló el arqueólogo.
Esta cuarta campaña de investigaciones en la zona contó con un presupuesto de 17.000 euros, apuntó Alonso, que avanzó que las actuaciones previstas para el mes de agosto volverán a centrarse en el claustro del monasterio. Al respecto, los investigadores están pendientes de los resultados de los análisis sobre los esqueletos hallados en anteriores campañas.
En ese sentido, la Universidad Complutense de Madrid se encarga del análisis de isótopos de estroncio y nitrógeno en las piezas dentales, lo que permitirá conocer la dieta y la movilidad de estos individuos. Por su parte, universidades Suecia y Austria llevan a cabo el estudio genómico de cada individuo, unos datos que se esperan conocer hacia el invierno.